¿Es Salamanca una tierra de vinos?
Sí. La respuesta es un rotundo sí.
Salamanca es famosa por su cultura académica y arquitectura histórica. Es conocida por ser la Oxford española. ¿Quién no ha buscado la rana y el astronauta? Pero el oeste salmantino alberga un tesoro poco conocido: las bodegas de vinos y una experiencia enogastronómica que no querrás perderte.
En este artículo, te guiaré a través de las maravillas que esta región puede ofrecer en términos de vinos y experiencias culinarias únicas.
Explorando la región vinícola de Salamanca
El oeste de Salamanca, ubicado en la frontera con Portugal, es una tierra de contrastes naturales. Aquí, las sierras de Béjar y Francia se encuentran con el Parque Natural Arribes del Duero, reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera por la Unesco, debido a su calidad medioambiental y el desarrollo sostenible. Es en este rincón mágico puedes descubrir y disfrutar de su tranquilidad. De su artesanía, parajes y vistas. Y por supuesto del buen comer con vinos afables que han recogido en su interior la esencia de esta tierra, dando lugar a una serie de bodegas que forman parte de las rutas del vino en Salamanca.
El tesoro de la uva Rufete
La uva Rufete es la variedad autóctona y predominante, que nace de cepas viejas para elaborar vinos jóvenes. El resultado de esta variedad son vinos frescos que conservan el origen de sus suelos, pizarrosos y graníticos.
Así, la variedad Rufete se caracteriza por estar altamente adaptada a la zona, con un racimo de tamaño pequeño y apretado y con un grano de tamaño medio y hollejo (piel) fino. Se planta en pequeñas terrazas, rodeadas de la vegetación autóctona, y que presentan más el aspecto de un huerto que de un viñedo.

Por ser un poco técnica (aunque quería evitarlo) os diré que estos vinos tintos presentan una brillante tonalidad rojo picota, con una expresión aromática que trae recuerdos de frambuesas y fresas silvestres, toques herbáceos y apuntes especiados. En una cata de vinos de Salamanca podemos confirmar que en boca son vinos muy agradables, con una notable acidez y un tanino (sensación de sequedad que notamos en las encías, tipo té negro) dulce y delicado. Son vinos de medio grado alcohólico.
La uva rufete es una variedad autóctona que se cultiva en pequeñas terrazas, rodeadas de vegetación. Nace de cepas viejas para elaborar vinos jóvenes. El resultado de esta variedad son vinos frescos que conservan el origen de sus suelos pizarrosos y graníticos. Se caracteriza por su racimo pequeño y apretado y un grano de tamaño medio con piel fina.
Los vinos de Rufete presentan un hermoso tono rojo picota y una expresión aromática que evoca recuerdos de frambuesas, fresas silvestres, toques herbáceos y apuntes especiados. En boca, son vinos agradables, con una notable acidez y taninos dulces y delicados con un grado alcohólico moderado.
Las bodegas que debes visitar
Para una experiencia completa de vinos en Salamanca, te recomiendo mis bodegas favoritas, por ser curiosas, íntimas y con una historia detrás.
He seleccionado tres bodegas de dos zonas diferentes: Sierra de Francia y Los Arribes del Duero.
Bodega “La Zorra”. Ya con este nombre despierta pasiones y curiosidades por lo menos.
Esta bodega está ubicada en el encantador pueblo de Mogarraz, Sierra de Francia, es conocido por sus cientos de retratos que hay en las fachadas de sus casas.
Para mí esta bodega tiene un hueco especial porque Agustín, su propietario, cuando le conté sobre este proyecto me contestó que contará con él sin duda y eso en una emprendedora significa mucho.
Agustín te recibirá con los brazos abiertos y te guiará a través de una cata sensorial. Además, puedes combinar sus vinos con los platos típicos de la zona, como el “limón serrano”, plato curioso, sorprendente y refrescante donde los haya. Podrás saborearlo en el restaurante Mira Sierra.
Consejo: prueba un vino etiquetado como raro, ya me contarás.
“Dominio del Noveno”: Aunque no forma parte de la DOP Sierra de Salamanca, esta bodega en San Felices de los Gallegos, dentro de los Arribes del Duero, es un pequeño secreto que vale la pena descubrir. Disfruta del paisaje, el aroma a campo y la hospitalidad de Melisa y Ángel mientras exploras sus vinos en su casita de campo, La Lobaguera.

Por último, la bodega “El Rochal”: Esta pequeña bodega en Santibañez de la Sierra, Sierra de Francia, ha sabido dar la nota en la elaboración de sus vinos, ha destacado por su estilo propio y la utilización de las uvas autóctonas estrellas: Rufete y Juan García, entre otras. Es una parada imprescindible para los amantes del vino que buscan sabores únicos y auténticos.

Una ruta gastronómica inolvidable
Como ves, no sólo puedes visitar las bodegas y zonas vinícolas más conocidas, sino que el catálogo de vinos por nuestro país va más allá.
Por eso Lavetonia te invita a descubrir nuevos lugares, nuevos planes gastronómicos y en la medida de lo posible conocer también esos rincones desconocidos de nuestra España vaciada.
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Te invito a realizar una ruta en coche por Salamanca, partiendo de “Roma la chica”, la ciudad de Salamanca. Dedicar un día a cada una de las bodegas que he mencionado y estoy segura de que así acabarás tu visita con un buen sabor de boca. Explorar un destino a través de los sentidos es una experiencia que nunca olvidarás.
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Como filosofía de vida en el mundo del vino, hay que explorar lo desconocido, probar vinos diferentes y apoyar a las zonas rurales y productores locales. Aunque no estén en el ranking de la guía Peñín o en la carpeta del Sr. Parker.
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